El espacio público urbano, con sus jardines, calzadas, mobiliario y fachadas de los edificios, es un lugar de uso y disfrute para toda la ciudadanía. Cuanto más limpio esté, la satisfacción que dicho espacio provoca es mayor, no sólo por el impacto visual positivo que produce ver las calles limpias, sino por las posibilidades de uso y recreo que ofrecen. Por lo tanto, se puede decir que tener las calles, los jardines, el mobiliario urbano y las paredes de los edificios limpios hace la vida más agradable y saludable a sus habitantes.
Las sociedades socialmente mejor organizadas, más cultas, solidarias y sensibles con el medio ambiente, son las sociedades con calidad de vida más alta, y suelen ser las más respetuosas con la limpieza viaria. En cambio, hay que decir que un espacio público urbano limpio no implica necesariamente una sociedad de estas características. No es más limpio quien más limpia, sino quien menos ensucia. Limpiar es responsabilidad de Servicios de Txingudi, pero mantener la vía pública limpia lo es de toda la ciudadanía.