Las aguas residuales, generadas en la comarca de Txingudi, se recogen en la red de colectores y, mediante el interceptor general y las estaciones de bombeo, se conducen a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Atalerreka y se tratan antes de verterlas al mar.
La repercusión que este conjunto de infraestructuras ha tenido en la comarca desde su inauguración en 2003 se evidencia de forma paulatina en nuestro entorno. A partir de entonces las cuatro regatas más importantes que cruzan la comarca (Ibarrola, Olaberria, Ugalde y Jaizubia) no son receptores de aguas residuales y se han convertido en nuevas áreas de esparcimiento para el disfrute de toda la ciudadanía del Bajo Bidasoa.
Podría decirse que la inauguración de la EDAR supuso un antes y un después en la gestión sostenible del agua en la comarca. Las excelencias y beneficios medioambientales que la gestión integral del agua están teniendo en la comarca son tan importantes que han conllevado una clara mejoría en la calidad de vida de todos los bidasoarras, un restablecimiento de los cursos bajos fluviales urbanos y una clara recuperación del ecosistema costero y del estuario.