“Txingudi limpio entre todos: La problemática del chicle”
Con esta campaña se persiguieron dos objetivos: llamar la atención sobre la problemática de la limpieza viaria en general y la de los chicles en particular, y promover hábitos de comportamiento más respetuosos con la conservación del medio ambiente urbano. La duración de la campaña fue de tres semanas y los destinatarios de la misma, la población en general y los centros escolares de Educación Primaria.
La campaña se desarrolló en cuatro ámbitos diferentes: medios de comunicación locales, información estática, contacto directo con la ciudadanía y material escolar. En cuanto a los medios de comunicación, se emitió un spot en la televisión local y en los cines, así como una cuña en la radio local y se publicó un anuncio en la prensa local escrita.
Para divulgar los objetivos de la campaña se emplearon varios recursos con información estática: las banderolas en las farolas, los displays en los bancos de las ciudades, pegatinas en el suelo alusivas a la presencia de chicles en la ciudad y paneles informativos estáticos en la calle e interior de autobuses. De ellos destacan por su carácter novedoso los displays y las pegatinas.
Los displays eran “carteles” que adoptaban la forma de los bancos y se adhieren a él, sin que este pierda su funcionalidad. En cada uno de ellos se puso un mensaje: “Paseo Colón, 24.000 chicles en 22 meses”, “Calle San Pedro de Hondarribia, 29.000 chicles”, “Un chicle puede durar pegado al suelo hasta 7 años” , “Un chicle cuesta 0,15 € y quitarlo del suelo 1 €” y “La mitad de los chicles que se compran terminan en el suelo”.
Junto a los displays había pegatinas adheridas al suelo justo encima de manchas reales de chicles. Los viandantes se paraban, miraban las pegatinas, y al pasar la zona marcada seguían fijándose en el suelo en las manchas reales de chicles. ¡Objetivo cumplido!
Para fomentar el contacto directo con la ciudadanía se empleó el teatro de calle. Éste iba acompañado de un operario de Servicios de Txingudi, que después de señalizar con tiza todos los chicles que encontraba en un área que estaba vallada, se dedicaba a quitarlos con el sistema habitual (chorro de agua caliente a presión). Este complemento resultaba muy interesante para quienes se acercaban ya que podían apreciar “in situ” la dificultad que tiene quitar esos chicles del suelo.
Finalmente, se reeditó el material escolar del año anterior para el alumnado del tercer ciclo de Educación Primaria. Este material contaba con un cuaderno de trabajo para el alumnado, uno informativo para el profesorado y un folleto informativo que se preparó para sus padres y madres asegurando así la presencia de la campaña en los hogares bidasoarras.