Las energías renovables son las que proceden de fuentes inagotables y al utilizarse no generan contaminación. En las diferentes instalaciones que gestiona Servicios de Txingudi se produce energía eléctrica renovable partiendo de tres fuentes diferentes: el agua (energía hidroeléctrica), el sol (energía solar térmica y fotovoltaica) y el fango, fruto de la depuración de las aguas residuales (energía de la biomasa).
La energía minihidráulica es en Txingudi la más tradicional de las energías renovables. Esta tecnología aprovecha el empuje del agua para mover una turbina que ejercita un eje cuya velocidad crea corriente eléctrica en un generador. Si bien antiguamente iban ligadas a fábricas, pequeños asentamientos... hoy en día están conectadas a la red. En Txingudi se cuenta con tres de estas minicentrales.
La energía solar puede aprovecharse de forma pasiva (arquitectura bioclimática) o de forma activa. En éste último caso puede utilizarse para la producción de electricidad (energía solar fotovoltaica) a través de placas fotovoltaicas, como las que se encuentran en los depósitos de agua de la comarca del Txingudi, o para la obtención de calor (energía solar térmica) a través de colectores termo-solares , como los que se encuentran en la sede de Servicios de Txingudi para la obtención de agua caliente.
La biomasa, masa de materia viva de cualquier organismo, en función de su origen puede clasificarse en natural (bosques, cultivos, animales, etc...) o en residual (serrín, lodos, residuos urbanos...). Esta biomasa puede aprovecharse enegéticamente de forma directa, como se hace en la EDAR con el fango seco, o mediante procesos de conversión bioquímicos, como sucede en la digestión de los fangos en Atalerreka de donde se obtiene biogás, similar a los combustibles convencionales, pero más beneficiosos para el medio ambiente porque es renovable.
La producción de energía eléctrica renovable es un indicador de bienestar ambiental para la comarca y sus habitantes, cuantificable en la cantidad de gases de efecto invernadero no emitidos a la atmósfera, y en la calidad atmosférica de la propia comarca del Txingudi.